lunes, 14 de diciembre de 2015

Tiempo de grullas

     En diciembre, o mejor dicho, en invierno, es el momento de poder disfrutar de las grullas en nuestras latitudes. Después de criar en la norteña taiga, grandes bandos se dirigen al sur a pasar el invierno.
 
Bando de grullas en vuelo. Foto: Miguel Blanco.
    
     A nuestra provincia también llegan unos cuantos miles, se concentran a dormir principalmente en el Embalse de Santa Teresa y el Azud de Riolobos y es en su entorno donde nos debemos dirigir si queremos disfrutar del espectáculo de su llegada cuando se disponen a dormir.
 
     El poder acompañar a un pequeño grupo de escolares (siempre es más gratificante si el grupo no es muy numeroso) al atardecer en esos enclaves, y poder disfrutar de la llegada de los distintos grupos con sus trompeteos característicos y sus formaciones en V, y verlos agruparse cerca del agua.
Para el pequeño grupo de chavales, que no habían visto nunca nada parecido es todo un espectáculo, las maravillas de la naturaleza a unos pocos kilómetros de su casa. El poder ver las caras y escuchar las exclamaciones no tiene precio. Esas pequeñas cosas son las que alegran este trabajo, y nos reconcilia con la raza humana, tantas veces maltratadora de nuestra fauna y nuestro paisaje.
 
Dos adultos y dos jóvenes. Foto: Miguel Blanco.
 

1 comentario:

  1. Hay que enseñar a nuestros niños a conocer, respetar y valorar lo que tienen alrededor y la cara con la que se quedan cuando les cuentas cosas o ven, en este caso las grullas, es algo reconfortante y maravilloso. Enhorabuena.

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